Os diré lo que sois.

Mira, os voy a decir lo que sois. Sois mis fantasmas, venis de noche en noche a escupirme nuestros recuerdos. ¿Qué si tenéis forma? Por supuesto, la misma que vuestros cuerpos perfectos por los que un día suspiré. Me duelen vuestras miradas cuando son ausentes y también cuando son demasiado constantes. Os odio, y os necesito. No podría vivir sin vosotros, pero por vuestra culpa no vivo. Me destruye saber que sois los dueños de mi rabia, porque es la puñetera verdad. Cuando os da por herirme venís con vuestro puñal del pasado y me lo claváis en el estómago. Entonces mis lágrimas se suicidan y me desangro hasta llegar a la realidad. Me estáis matando.

Y sólo vosotros me podéis salvar.