No he vivido nunca la pobreza absoluta, ni el hambre, ni el maltrato infantil, ni el racismo. Nunca he notado en mi piel los golpes de ningún matón, ni he sentido la discriminación en mis propias carnes. Nunca he viajado como misionera a África, ni me he interesado especialmente por los conflictos y guerras en los países menos desarrollados. Nunca he oído un llanto silencioso y desesperado al otro lado de la puerta, ni he notado el miedo de una familia al oír el sonido de una cerradura. Nunca he visto a nadie morir, ni nacer, ni vivir... en el amplio sentido de la palabra. Nunca he tenido un amor desgraciado, de esos que te hacen llorar y llorar, ni he sentido un desprecio tan grande que me hicicese odiar y odiar.
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Vendo hasta el cartel
donde se anuncia el momento
que en la vida viviré...
·AD·
6 comentarios:
Sinceramente, somos personas afortunadas^^ y tenemos suerte de no vivir esas cosas que has ido describiendo, aunq personalmente vivi una de ellas, pero se termina superando y aprendiendo del pasado^^
Mil besos pekeña
El odio es como el amor. Lo hay de varios tipos y es tremendamente subjetivo.
Creo, aunque no tengo pruebas al respecto (jeje), que con el amor y el odio pasa lo mismo que con dios y el demonio, si crees en uno, has de creer en el otro. Yo no creo en dios (luego tampoco en el demonio), pero sí creo en el amor (luego también he de creer en el odio)...
Sea como fuere, "Nunca se debe decir nunca..." ;)
Un saludo!
Nunca he tenido un amor desgraciado, de esos que te hacen llorar y llorar, ni he sentido un desprecio tan grande que me hicicese odiar y odiar.
:) Mi odio se convirtio en indeferencia.(el pasado no se olvida,se aprende a vivir con ello)
Gente a la que en su vida, le han sobrado razones para abandonar.(Pero no lo han hecho.)
Odiar conlleva tener dentro unos sentimiento muy viscerales, muy profundos.
He de reconocer que he sentido odio en más de una ocasión. Ahora intento canalizar esos sentimientos y hacerlos menos profundos, ya que te pueden dañar.
Un beso dulce.
PD: También te linkeo ;)
Sí he tenido una de esas relaciones de las de llorar y llorar, pero la culpa fue mía por aguantar y aguantar...
Nunca he sentido odio... pero sí indiferencia, y no sé qué es peor.
Yo sí tuve una relación de esas y le odié, le odié con todas mis fuerzas... suerte que con el tiempo ha desaparecido y sólo quedan los recuerdos :)
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